Wednesday, December 6, 2006

Colombia


Colombia recuerda melancólica la figura de Elicer Gaitán, un mestizo que a mediados de siglo parecía la única esperanza del país. Gaitán murió asesinado antes de dirigir uno de los países más prometedores de América. Hoy, cincuenta años después, gran parte de su gente ha dejado de creer en el país. Todo lo más que le puede ofrecer es una visa para los Estados Unidos o Europa, un lugar para construir un sueño que no tiene lugar en una de las tierras mejor dotadas por la naturaleza de cuantas hay en el mundo. Un lugar en el que pocos creen y que se mantiene en pie gracias a la buena gente que la puebla, que supera en número a los bandidos que aprovecharon que los soñadores abandonaron el país para hacerlo coto de susfechorías. Ojalá, estos buenos soñadores que pueblan Colombia no continúen dejándola a su suerte y hagan de ella el paraíso que merece ser.

1 comment:

Miguel A. Ortega Lucas said...

Ayyy, Yeirouu: tu tierra sigue siendo Macondo, lamentablemente. Y cada vez hay menos Melquíades. En cualquier caso qué gustazo estar allí, aunque sea contemplando tanta infamia.

Un abrazo, nene. Y dame alguna señal más de vida que sólo seguimos tus huellas, Willy Fog!!